Es absolutamente absurdo y cínico que exista una prohibición del amianto y, sin embargo, empresas estatales de vivienda como la Degewo en Berlínque supuestamente se comprometen a proteger a sus inquilinos, ocultan el peligro del amianto durante décadas e incluso autorizan renovaciones de pisos con amianto, exponiendo así directamente a las personas al riesgo del amianto. Peligro del amianto sin advertirles del peligro y sin tener que asumir ninguna consecuencia.
Mientras exista una prohibición, pero al mismo tiempo se ponga en peligro a la gente, es pura burla. Alemania no necesita una prohibición del amianto que sólo exista sobre el papel, sino una aplicación real que garantice que las personas como yo ya no corran riesgos.
